La válvula reductora de presión (PRV) más sencilla, la de acción directa, funciona con un diafragma plano o con fuelle. Como es de diseño autónomo, no necesita una línea de detección externa aguas abajo para funcionar. Es la más pequeña y económica de los tres tipos y está diseñada para caudales de bajos a moderados. La precisión de la PRV de acción directa es normalmente del +/- 10%.