Las mejoras que ha efectuado Armstrong en la humidificación por vapor son básicas. Empiezan por el vapor, no por el humidificador. Lo que hemos aprendido a partir del vapor acondicionado nos ha orientado en las mejoras que hemos efectuado en el equipo (humidificadores) que usamos para dispersar la humidificación por vapor.
Inyección de vapor directo
La forma más común de humidificador de vapor es el tipo de inyección directa de vapor. Los sistemas de humidificación directa de vapor no requieren mucho mantenimiento. El vapor actúa como agente de limpieza para mantener los componentes libres de depósitos minerales que podrían obstruir muchas formas de sistemas de aerosoles de agua y depósitos de evaporación.
La respuesta al control y el control de precisión de la salida son otras dos ventajas del método de humidificación por vapor directo. Como el vapor es vapor de agua, sólo necesita mezclarse con aire para satisfacer las demandas del sistema. Además, los humidificadores de vapor directo pueden medir la salida mediante una válvula reguladora de modulación. A medida que el sistema responde al control, puede situar la válvula en cualquier punto desde cerrada a completamente abierta. El resultado es que los humidificadores de vapor directo pueden responder más deprisa y con más precisión a la demanda fluctuante que otros tipos de humidificadores.
Las altas temperaturas inherentes a la humidificación por vapor lo convierten en un medio prácticamente estéril. Se supone que la calidad del agua de relleno de la caldera es satisfactoria, por lo que si no hay condensación y no hay goteo o salpicaduras en los conductos, el sistema no va a diseminar bacterias.
La corrosión es un problema poco frecuente con un sistema de vapor instalado correctamente. La calcificación y los sedimentos (formados en la unidad o arrastrados con el vapor suministrado) se drenan del humidificador a través del purgador de vapor.
Vapor acondicionado. Es la piedra angular del gran rendimiento y control de la serie 9000.