Cuando se trata de mejorar la humidificación . . .
se empieza por el vapor.
Las mejoras que ha efectuado Armstrong en la humidificación por vapor son fundamentalmente diferentes. No empiezan por el humidificador, sino por el vapor. A diferencia de lo que ocurre con las unidades que dispersan únicamente vapor, los humidificadores de vapor directo de Armstrong trabajan con él, lo guían por los diferentes pasos de un proceso de ingeniería muy detallado.
Porque en Armstrong, la mejora de la humidificación es simplemente algo básico. Empieza por el vapor. Lo que hemos aprendido ha permitido mejorar el diseño del equipo que distribuye el vapor.
No había un término que definiera lo que le sucede al vapor en un humidificador de Armstrong, así que hemos creado uno. Lo llamamos acondicionamiento. Para acondicionar el vapor, lo ralentizamos, eliminamos las partículas materiales, separamos el condensado, lo secamos y, finalmente, lo hacemos silencioso.
El proceso de acondicionamiento de Armstrong en cuatro pasos:
- Filtrado. El primer paso en el acondicionamiento del vapor, el filtrado elimina la mayoría de partículas de cal y suciedad del vapor.
- Separación. En la cámara de separación de fundición de hierro, un reductor cóncavo invierte el sentido del flujo y lo fuerza a retroceder sobre sí mismo. Las paredes externas de la cámara forman otra campana y vuelve a suceder lo mismo. Estos dos giros de 180° reducen la velocidad y separan el condensado del vapor. El separador central, situado justo encima de la conexión de purga de drenaje más grande, obliga al condensado a fluir hacia el drenaje.
- Secado. El vapor que entra en la cámara de secado está a la temperatura de suministro y esencialmente a la presión atmosférica, por lo que no hay condensación. Cualquier neblina restante se reevaporiza antes de salir del humidificador.
- Silenciamiento. La cámara de secado está llena de un material silenciador de acero inoxidable que absorbe casi completamente el ruido del vapor de salida cuando se genera en la válvula reguladora.